imagesEn la semana pensaba sobre si es posible alcanzar altos niveles de rendimiento con cosas rudimentarias, al fin y al cabo, siempre se encuentra en discusión si lo importante es el medio o el contenido, el soporte por sobre la esencia. Llevando esa premisa a toda situación cotidiana, nos percatamos que hay muchas cosas que tienen un sobre precio solo basado en la percepción (muchas veces equivocada) en lo que hacemos, ¿ejemplos? Pues nos encontramos llenos de ellos, desde una botella de agua que cuesta 2000 pesos (3 dólares), hasta muchos, pero muchas otras cosas.

Es así que en la semana adquirí algunas cosas que necesitaba, pero en versiones del pasado; cosas que se encuentran en obsolecencia por el reemplazo de nuevas técnicas y métodos de fabricación. La sorpresa puede ser mayúscula al evidenciar que algo pasado de moda, es mejor que algo actual, de ahí que surge este post, como una manera de expresar un tipo de pensamiento que puede ser utilizado en casi cualquier ámbito de la vida, desde lo productivo hasta lo personal, es vivir al estilo Lo-Life, o mejor dicho en una vida basado en la Baja Fidelidad. Iré documentando algunas cosas que pretendo ir haciendo; para comprobar de forma empírica que un estilo de vida centrado en el uso, puede ser superior a uno basado en la reputación.